Ana quería darle una sorpresa a su hijo que cumplió 18 años. Desde pequeño toca el piano, le encanta el color azul, se va a estudiar medicina a Costa Rica y además practica orientación, que debía ser lo más importante de la tarta. Lo mezclamos todo y el resultado es una tarta de tres pisos: en la base el teclado del piano, en el primer piso los utensilios de médico, en el segundo los de orientación y en el tercero y último la baliza de orientación con los 18 años. Con las velas y bengalas que le puso Ana quedó espectacular y a su hijo le encantó.
Esta vez las fotos están hechas con luz artificial y el resultado no es lo mismo, pero os podéis hacer una idea.
Eres una artistas!!!!!!!!! no me canso de decírtlo!.
ResponderEliminarCamino